Es un edificio de planta basilical con tres naves que no conserva ningún tipo de ornamentación original. Sus características constructivas y estructurales permiten considerarla una obra adscrita a la arquitectura de estilo lombardo.

La iglesia es románica en cuanto a su planta y algunas de las estructuras, pero los sistemas de cubierta, el ábside y la nave central son del siglo XVIII. En 1982 se encontraron dos fragmentos de murales, situados en la arcada que comunica la nave principal con el primer tramo de la nave lateral sur. Uno de ellos data de 1300 y representa la imagen de San Cristóbal. Se vislumbra la silueta de un arco apuntado coronado por una flor que adopta la forma trilobulada. También se pueden ver dos figuras, las de San Cristóbal y la del niño Jesús que se encuentra a sus hombros. El otro fragmento descubierto aparece en la misma arcada, pero en el lado opuesto. Se trata de un centauro, mitad hombre, mitad caballo, representado totalmente de perfil. Existe una inscripción perfectamente conservada, SAGITARIVS, para corroborar que se trata de la representación de uno de los signos del zodiaco.