Es un edificio que conserva, con ciertas restauraciones, el ábside antiguo decorado con cinco arquillos ciegos originales, agrupados por parejas entre lesenas, y que antiguamente debía tener cinco agrupaciones. Las características del ábside nos permiten datar el edificio en la primera mitad del siglo XI. El resto está reconstruido así como la parte superior de la nave, claramente realzada. Tardadamente se añadió la sacristía. La puerta fue modificada modernamente con arco rebajado. A poniente se levanta el campanario de espadaña.

En el interior, la nave está cubierta con bóveda de medio punto y salva la diferencia de altura respecto al ábside con el arco triunfal. Conserva el coro de madera y la pica bautismal antigua.