Descripción
Es un edificio en el que tanto la nave como el ábside comparten el mismo tejado por haber sido sobre levantados, como puede verse en el diferente menaje y la línea de pizarras, testigo del losado original.
El ábside presenta una fachada dividida en cinco cerraduras por cuatro lesenas entre las que el friso presenta parejas de arcos ciegos de piedra pómez. Este ábside data el edificio en el siglo XI. En la lesena central se abre la única ventana que es de doble derrame.
La puerta de entrada, situada a mediodía, tiene tres arquivoltas en degradación, hechas de dovelas de granito. A poniente se levanta el campanario de torre de época moderna.
La nave está cubierta por una bóveda de arco de medio punto bastante aplanado, que descansa sobre unas paredes reforzadas con dos arcos torales. Conserva el enlucido de las paredes excepto en el ábside. El interior del arco presbiteral está decorado con pinturas modernas que reproducen la vida y el martirio de San Fructuoso, también llamado Sant Fruitós, obispo de Tarragona del siglo III d. C. y uno de los mártires más antiguos documentados en la Península Ibérica.
El exterior del arco está decorado con imágenes del paraíso, Adán y Eva y grupos de animales locales y exóticos.
Las vigas de madera que sustentan el coro son unos elementos muy destacables, tienen las cabezas esculturadas reproduciendo rostros humanos, exceptuando el de un gato (o felino). Por su tipología podríamos afirmar que son antiguos. Otro elemento interesante es una de las picas bautismales que tiene esculpido un rostro en su parte frontal.
El fregadero bautismal es una pieza monolítica de granito, de forma semiesférica con una tapa reciente de madera; está dentro de una hornacina protegida por dos puertas de madera trabajadas.