La Cerdanya es una de las comarcas más bellas, más finas de Cataluña. Es una gran cazuela, estructurada sobre el curso del Segre, con la graciosa particularidad de caer ligeramente, suavemente, de levante a poniente, en plano inclinado. No es un gran valle hundido, sino un valle reclinado. Rodeada de altas montañas que rondan los tres mil metros, la Cerdanya no deprime, como tantos lugares pirenaicos; produce, por el contrario, una sensación de anchura, de elevación, de luminosidad, de libertad. Sus cielos son espléndidos, su aire es fino, sus paisajes tienen una ternura entrañable. (…)
En la Cerdanya, las panorámicas son extremadamente bellas, pero los detalles las igualan y en ocasiones las superan; son incomparables. Desde cualquier lugar de la periferia del valle -mientras sea un poco alto-, la comarca surge con todo su radiante y luminoso esplendor, así como desde cualquier lugar del valle aparece el anfiteatro montañoso que la cierra y que forma tres colores superpuestos: la nieve rosada de los altos picos; el verde negruzco de los abetos y de los pinos de media montaña y el verde más claro, bruñido, alegre, pacífico, de los prados, de los chopos, de los alisos, de los álamos. La composición de estos tres colores crea un paisaje de un orden perfecto, de gran elegancia.
Josep Pla (1897-1981) Guía de Cataluña 1972. Editorial Destino.
De esta forma sencilla y poética, el escritor Josep Pla nos describe uno de los valles más bonitos de Catalunya. En la Cerdanya disfrutarás de un paisaje único, de un clima perfecto y de un gran número de atractivos para disfrutarla. Ven a descubrirlos.